“Melancolía” es una playlist pensada para adentrarse en lo que el pueblo gaélico denominaba la “mitad más oscura” del año, que comenzaba con la festividad del Samhain (Samaín en Galicia), que constataba el final del verano y de la temporada de cosechas, y anunciaba la llegada del frío, a mitad de camino entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno.
En nuestros tiempos, sentimos esa entrada en la mitad más oscura, esa batalla en la que la noche va venciendo al día, cuando nos cambian la hora y nos sumergen de golpe en el horario de invierno. Unos más y otros menos, todos escuchamos la llamada del recogimiento, sentimos cierta añoranza de los días de luz en compañía de nuestros seres queridos y nos aferramos a nuestros mejores recuerdos.
Para abrazar ese anochecer del alma, hemos preparado una selección de obras melancólicas. Dos son abiertamente tristes y tratan de finales, desilusiones y rendiciones, como es el caso de “Marchar”, de Vicente Navarro y Rodrigo Cuevas, y “Canço Póstuma”, de Zoo.
Algunas muestran casos de éxito con un tono nostálgico, como “Te quiero y punto”, de Conchita, que celebra una amistad inquebrantable; “Quererse ben”, de Mondra, que cuenta una historia de amor entrañable y ensalza los pequeños tesoros que esconde una vida cotidiana compartida; o “Arena de Cádiz”, de Mario Díaz, un canto de amor pasional enredado en la evocación melancólica del paisaje de las playas gaditanas.
Y otras, como “Mar”, de Guadi Galego, conectan con la melancolía a través del sonido, mostrando la magia de la música en todo su esplendor, con su asombrosa capacidad para llevarnos de viaje por las emociones.
En noviembre, “Melancolía”:
- “Te Quiero y Punto”, de Conchita
- “Marchar”, de Vicente Navarro y Rodrigo Cuevas
- “Mar”, de Guadi Galego
- “Pasiones, etc.”, de O’Cristo
- “Cançó Póstuma”, de Zoo
- “Gadro”, de Delarue
- “Beso en un Portal”, de Cora Yako
- “Arena de Cádiz”, de Mario Díaz
- “Quererse Ben”, de Mondra
- “No Hay Mañana”, de Coco-Paloma y Héctor Oaks