Este post es un tributo a Los Chikos del Maíz. Hemos tenido el placer y el honor de trabajar con ellos durante los últimos 15 años, cuando irrumpieron en escena con su rap extra-crítico, casi quirúrgico y plagado de referencias socio-culturales.
Los Chikos Del Maíz es uno de esos grupos que llevamos en el corazón de nuestra empresa, tanto de la editorial Boa Música como del sello histórico consagrado a la música y la cultura urbanas, Boa Hip Hop. Les hemos visto crecer… pero no cambiar. Eso, nunca.
Empezaron como trío, aunque llevan varios años siendo un dúo, formado por Nega (Ricardo Romero, MC y productor), y Tony El Sucio, simplemente Toni desde hace un tiempo (Toni Mejias, MC). Son el máximo exponente (multiplicado por diez) del rap político y social en español. No hay nada ni nadie que se libre de su escrutinio, empezando por su tierra, Valencia, donde han logrado ser profetas (laicos, por supuesto).
Un último golpe y un aplazamiento
El hasta luego del dúo estaba previsto para el pasado día 28, al terminar su segundo concierto en Madrid, pero Toni emitió un comunicado el 26 de diciembre para contar que su primer hijo había llegado al mundo antes de la fecha prevista y que las citas con el público madrileño quedaban aplazadas por permiso de paternidad.
Por suerte, todavía nos tenían reservada una sorpresa en forma de nuevo trallazo en fondo y forma, la canción «El último golpe» y su correspondiente vídeo, que en tres días ronda las 80 K visualizaciones en YouTube, situándose en el número 26 del ranking de Tendencias en Música de la plataforma.
Sin pelos en la lengua
Irreverentes hasta la médula y leídos hasta el tuétano, hacen de la incorrección política su bandera y del hip hop combativo y militante su seña de identidad. Componen rap, pero tienen el alma punk. Sus letras son irónicas al máximo y tremendamente ácidas.
Todo queda a merced de sus lenguas mordaces: los tres poderes del estado y todos los que hay por debajo, la situación social y política, la cultura corporativa, los ricos, las aberraciones del turismo masivo, el precio de la vivienda, la aporofobia, el fascismo, el machismo, los ‘señoros’, la propia escena hip hop (han parido algún beef mítico) y un largo etcétera, desembocando en la catástrofe provocada por la dana y su gestión.
En definitiva, Los Chikos del Maíz, Nega y Toni, van más allá de ser un grupo contestatario al uso. Se han convertido por méritos propios en el altavoz de esa primera generación perdida que, por primera vez, vivirá en peores condiciones que sus padres, de esa masa de precarios sin futuro que clama por una vida digna y denuncia la tiranía de los bancos y los mercados.
Queridos Toni y Nega, Nega y Toni, ¡gracias por todo lo que nos habéis dado y nos habéis enseñado! Ejerced esa pereza que os corresponde y volved pronto, de la forma que sea.
